BOSSKE ARCHITECTURE CONSTRUYE UNA GRANJA LECHERA ROBOTIZADA CON UN ACABADO EXTERIOR DE METAL ROJO

Northcliffe, 30 Sep. 19 (MUNDOARK).- Bosske Architecture ha completado una granja lechera en Northcliffe, Australia, con una estructura roja curva que contiene un cobertizo de ordeño robótico y un centro de visitantes.

El estudio dirigido por la arquitecta Caroline Hickey diseñó el complejo industrial de 9,000 metros cuadrados para acomodar una instalación de procesamiento y agricultura de última generación que invita a los visitantes a observar todos los aspectos de la producción de leche.

El edificio tiene como objetivo mostrar las prácticas agrícolas sostenibles empleadas en la Lechería Bannister Downs, que incluye una lechería robótica de ordeño voluntario de 24 horas para que las vacas puedan elegir su propio tiempo de ordeño.

"Desde una perspectiva agrícola, la instalación prioriza la salud y el bienestar de la vaca, proporcionando entornos de rebaño tranquilos y seguros y diagnósticos para verificar regularmente la salud de los animales", dijo el estudio de arquitectura.

"Esto se aplica al entorno y al bienestar del personal, creando una conectividad visual constante dentro del edificio, desde las áreas de producción hasta la granja". El diseño del edificio evolucionó a partir de la idea de crear una línea o contorno simple que forme un límite en el paisaje.

Su ubicación en la cresta de una colina permite que el agua y los desechos se drenen por todos lados. Una estructura tipo cobertizo envuelta en metal rojo acomoda los principales espacios de administración, la entrada pública y el café para visitantes, con instalaciones para el procesamiento y el embotellado ubicadas en la parte posterior del sitio.

La fachada suave y curva le da al edificio una apariencia cohesiva que contrarresta la expansión típica de la arquitectura industrial. La forma combina los perfiles de varias estructuras típicas de granero; un cobertizo moderno, un granero australiano vernáculo y un establo lechero con techo de gambrel. "Estas [referencias] se combinan en un singular 'súper cobertizo' largo", agregaron los arquitectos, "transformándose constantemente a lo largo del perímetro, batiendo y mezclando programas y operaciones internamente".

"Su naturaleza curva a lo largo del contorno significa que el edificio siempre retrocede, disminuyendo la impresión general de un gran edificio en el paisaje". La fachada está articulada por aletas verticales que cambian gradualmente de forma para dar al edificio un aspecto dinámico. La superficie cambiante realiza múltiples funciones, creando sombra solar, toldos, una columnata, entradas y vistas enmarcadas desde el interior.

Los visitantes ingresan a la lechería a través de una entrada pública y un vestíbulo antes de ascender a un primer piso que contiene una galería de observación para las áreas de procesamiento, junto con un café con vistas a las tierras de cultivo circundantes.

Los espacios de administración están escondidos en la parte trasera de la planta baja, con las instalaciones y servicios de procesamiento alojados en un gran anexo negro que está en gran parte oculto a la vista detrás del cobertizo rojo.

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