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[TEXTO] POR ESO ES MI ARQUITECTO

POR ESO ES MI ARQUITECTO
Dr. Daniel Enrique Butlow
(Dedicado a Raúl Usandivaras)

09 Jun. 10 (MUNDOARK).- El timbre ha sonado media hora después de lo previsto. Sin duda es él. Me he dado cuenta porque siempre llega una hora tarde y esta vez prometió ser puntual.

Nos saludamos. Me distraen sus canas que no advertí en la primera, en la segunda..., ni siquiera en la tercer encomienda y que ahora lo hacen suponer más experimentado, más seguro, tal vez mejor arquitecto.

Tengo poco tiempo. Él también, y como ambos lo sabemos, tratamos de ir al grano...

El plano de la remodelación no pudo traerlo. El presupuesto es aproximado. La bajada de techos quiere seguirla estudiando y la iluminación necesita otro tipo de solución, que aún no se le ocurrió.




No me sorprendo y acepto su inveterada costumbre de dibujar croquis en las paredes de las nuevas salas que son motivo de la ampliación.

Escucho atentamente sin tratar de disimular mi satisfacción por sus soluciones. Años de experiencia y convivencia con sus obreros y contratistas, me han enseñado que finalmente tiene razón, o mejor dicho razón acompañada de talento, que deberé pagar con la dura moneda de la paciencia en la entrega de la obra.

Acepto el proyecto que no vi y pasamos al presupuesto que sí veo, pero que es aproximado. Está hecho de forma alternativa de tal manera que yo, que nada sé de arquitectura, pueda optar entre variantes de las que sólo puedo diferenciar el precio.

Opto, como siempre, por la variante que él decida aconsejable porque sé que el desarrollo de la obra, sumado a su buena fe y experiencia lo irán decidiendo.

Naturalmente aportaré mis gustos personales, la crisis que padezca durante la obra y el resultado de las presiones sociales que en ese momento me importen, pero sé que tampoco él se asombrará de esas cosas.

Nos saludamos. Una vez más hemos firmado verbalmente nuestro compromiso de respetarnos y de confiar el uno en el otro, más allá de lo que pudieran decir los papeles.

Ya se fue. Advierto que ni siquiera hemos tenido tiempo de tomar el café que nos sirvieron y trato de relajarme mientras pienso si no me he apresurado en la decisión.

Tomo un papel. Intentaré escribir las razones por las que me he comportado, fuera de mi libreto habitual, todo lo contrario de lo que haría un prudente abogado.

El lápiz se traba, parece más pesado que de costumbre. Se niega a escribir que conozco a este arquitecto desde hace quince años; que nunca se ha dejado impresionar porque yo goce de la amistad y el asesoramiento de las glorias arquitectónicas del momento; que jamás he necesitado de ningún papel para reclamar lo que por derecho, por moral o por justicia me corresponde; que ha estado junto a mí y a mis obras cuantas veces lo he necesitado sin recordar siquiera cuántos años habían pasado desde que me entregara su trabajo, y que hay algo intangible que lo hace mejor que nadie... mi confianza.

Ahora el lápiz se ha vuelto más ágil y en el papel blanco acierto a escribir sólo dos palabras... por eso.

Minutos más tarde completo la frase que ahora dice por eso, es mi arquitecto.




Fuente:
Este texto
Pertenece a una discusión de la página: todo arquitectura, que tenia el tema de cómo un arquitecto debe tratar con el cliente y fue compartido por un usuario el 30 de junio del 2005 y del que solo sabemos tiene el nick de “abako” y es de Argentina.

- http://www.todoarquitectura.com/v2/foros/Topic.asp?Topic_ID=8449&FORUM_ID=33&CAT_ID=5&Forum_Title=Consejos&Topic_Title=como+tratar+al+cliente%3F





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